Cada vez más investigaciones muestran que cuidar bien de nuestra salud mental tiene un impacto directo en nuestra felicidad personal y nuestra salud física. Veamos qué podemos hacer para solucionarlo.
Parar
Parar a tiempo es un ejercicio sumamente complejo porque la sociedad nos impone un alto ritmo en nuestra vida diaria.
Cuando empezamos a darnos cuenta de que algo anda mal, que tenemos más cargas de las que podemos manejar, que nuestras demandas son mayores que nuestros recursos, es entonces cuando debemos detenernos y analizar lo que está sucediendo y ver qué soluciones podemos encontrar.
Relaciones sociales saludables
Tener y mantener relaciones sociales de calidad, saludables y no tóxicas con amigos, compañeros, familiares, hijos, padres, pareja, etc., es uno de los pilares fundamentales para cuidar nuestra salud mental.
Proponernos logros y metas
En resumen, mantenerse activo es otra forma de cuidar nuestra salud mental.
Pero cuidado con los logros que nos proponemos; hay ocasiones en las que caemos en la trampa de que lograr estos objetivos es lo que nos trae la felicidad.
Autocuidado
Este concepto tiene varios significados. Desde un punto de vista más físico, seguir una serie de principios como dormir bien (en cuanto a calidad y cantidad), mantener una dieta saludable y hacer ejercicio, están directamente relacionados con la salud mental y por eso es bueno.
Por otro lado, tener buen concepto de uno mismo, aceptarse, orgulloso de uno mismo, entre otras cosas son también variables que promueven el bienestar.
Pedir ayuda
La última, pero no menos importante forma de cuidar nuestra salud mental es saber cómo pedir ayuda.
Muchas personas se sienten muy vulnerables cuando deciden buscar ayuda.
Han sido «fuertes», como ellos mismos se llaman, y sienten una gran debilidad en pedir ayuda.
Podemos ayudarte. 🤜🤛
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