En las circunstancias en las que vivimos hoy, los conflictos entre parejas son completamente normales ya que estamos conviviendo más, adoptamos nuevas rutinas y estamos en un estado de alarma permanente.
Es normal afrontar este tipo de conflictos, y si no arrastramos una crisis previa podremos superar con éxito todas las fricciones o discusiones que puedan surgir.
Manejar las emociones: amabilidad y muestras de cariño
Es completamente normal que las parejas tengan peleas o enojos de vez en cuando. A lo que debemos prestar atención es a la forma en que nos manejamos. Cuando la ira nos domina, podemos superar ciertos límites y herir a los demás. Esto es algo que no debe permitirse en la pareja.
La clave es tener una comunicación segura, que se pueda entrenar y aprender. Las relaciones deben ser cariñosas, sin que se pierdan las sonrisa y los besos, para que la vida de pareja sea agradable.
Ser fiable
Casi todo el mundo dice que la confianza es definitivamente la clave de una pareja.
La confianza se basa en los detalles más pequeños, lo que significa ser considerado con la otra persona, respetar acuerdos, ser puntual, cumplir con lo prometido e incluso recordar una fecha determinada.
Todas estas acciones mostraron continuidad y dieron un firme apoyo.
Alimentar las cosas que unen
Mejorar la relación de pareja en un matrimonio o una relación a largo plazo significa un compromiso que involucra los esfuerzos continuos de ambas partes para mantener los valores que los mantienen unidos.
Estos valores pueden ser diferentes para cada pareja, aunque para la mayoría, a menudo incluyen confianza, comunicación, respeto y cooperación.
Cuidar la sexualidad
En una relación, es normal que la atracción física sea diferente a la del principio, y las obligaciones diarias no dejan lugar a una vida sexual tan intensa.
Sin embargo, siempre es posible disfrutar de una vida sexual sana e interesante sin tener que idealizar otras etapas de la vida sexual.
Escuchar a la pareja es muy importante porque es posible que sin darnos cuenta, hayamos cambiado la forma en que nos conectamos con ellos en las relaciones cercanas.
Presente algunas pequeñas novedades, fantasías, obsequios o simplemente reserve tiempo para la cena y momentos íntimos.
Transformarse en equipo
La relación en la pareja se da en un entorno en el que participan más personas, como la familia, amigos, hijos, entorno laboral …
Todo esto implica que la decisión de un miembro de la pareja afectará al otro, por lo que casi todas las decisiones importantes deben tomarse de mutuo consentimiento.
Esto no significa que siempre estarás de acuerdo, algunas veces tendrás que aceptar, pero debes prestar atención a la opinión de la otra parte para llegar a un consenso.
Dividir las tareas
Aunque esto pueda parecer trivial, para las parejas, especialmente si tienen hijos, una mala gestión familiar puede eventualmente alterar el equilibrio del matrimonio.
Se recomienda que cada miembro anote todas las cuestiones familiares que tienen que afrontar. Después de eso, evaluarán si la distribución es justa y si quieren introducir cambios.
Esta es una forma de ser consciente de las cargas ajenas, lo que nos permite ser más considerados con los demás y negociar tareas que nos gustan menos o que implican más conflicto.
Respetar tiempos y espacios
Aunque no haya momentos íntimos y tiempo para hacer cosas y divertirse juntos suele ser una de las debilidades de las parejas actuales, pero también para aquellas que lo hacen todo juntos y son exigentes con el tiempo del otro, también es un punto débil en la pareja.
Como personas individuales es saludable tener tiempo para nosotros mismos, desarrollar nuestras propias aficiones, pensar solos, relajarnos o disfrutar de la compañía de otras personas además de nuestra pareja.
La terapia de pareja es un tipo de ayuda que muchos matrimonios o personas involucradas en noviazgos utilizan para salir de sus crisis relacionales.
Esta opción rompe con la idea de que la psicoterapia es un lugar al que se asiste solo para expresar ideas que afectan únicamente a uno mismo: la psicología también puede ser
aplicada a los vínculos afectivos y a la comunicación entre dos personas.
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