La depresión se puede manifestar en nuestra vida a través de situaciones o hechos concretos, o bien a través de una serie de cosas que se dan en nuestra vida, desbordandose en un momento específico y ahi aparecen los síntomas de depresión.
Si constantemente estamos evadiendo nuestros vacíos, carencias o situaciones de dolor, es normal que en algún momento de nuestra vida, salga lo que sentimos por dentro.
En este sentido, los signos aparecerán antes de que aparezca la depresión y, en la mayoría de los casos, ignoraremos estos signos.
Es por eso que a veces no podemos lidiar con lo que nos sucede como lo hacíamos antes o cuando estos signos simplemente aparecen.
En ese momento ya no podemos escapar, elegir no hablar, esconder nuestras emociones, etc.
Porque la depresión llega fuerte a nuestra vida.
Presencia de tristeza
Este síntoma es el más frecuente y habitual en la depresión. Es una constante de nuestro día a día, la tristeza puede estar acompañada de llanto, vacío o desesperanza.
Cambios en el sueño
Nuestro sueño cambia. A la hora de dormir no podemos hacerlo. Queremos descansar pero no logramos conciliar el sueño.
O al contrario queremos dormir todo el día, no somos capaces de levantarnos de la cama, solo queremos dormir.
Perdida de interés
Se pierde el interés por hacer cualquier cosa en nuestra vida, como salir, trabajo, estudiar, incluso arreglarse o bañarse.
Baja autoestima
La autoestima se ve afectada ya que la depresión viene acompañada de pensamientos negativos y de inferioridad.
Perdida por el sentido de vida
No se encuentra un sentido de vida por el que trabajar y lograr cumplir en la vida. Nuestros proyectos y sueños se abandonan con la depresión.
Cambios de humor
Con nosotros mismos, con nuestra familia, con las personas cercanas a nuestra vida o incluso con personas que no conocemos. Podemos pasar desde la tristeza, a la frustración y al enojo.
Pensamientos perjudiciales
Los pensamientos son lo que perjudican nuestra vida, la autoestima, el amor propio, y en algunos casos pensamientos que atentan con nuestra vida.
Cambios en el apetito
Perdemos nuestro apetito total o parcialmente, o al contrario nuestro apetito aumenta de manera desmedida.
Falta de concentración
No logramos poner atención en algún tema o situación en específico porque nuestra mente está agotada y cansada.
Baja energía y/o cansancio
Nuestra energía baja y no nos permite realizar actividades que hacíamos antes, no queremos hacer nada, por el contrario quedarnos en casa o acostarnos se vuelve nuestra acción elegida.
La salud mental siempre ha sido estigmatizada y muy poco valorada, por lo que no «hacemos nada» para deshacernos del estado que no solo afecta nuestra vida sino que también afecta otros aspectos como lo social, trabajo, familia y lo más importante, la relación con nosotros mismos.
La depresión es un síntoma y un reflejo en nuestro interior. Es mejor no dejar que nuestros vacíos, sufrimiento, carencias y asuntos pendientes crezcan y se desarrollen más y hasta el punto en que se manifiesten a través de la depresión o tristeza constante.
Somos responsables de nosotros mismos y de nuestra vida. No somos culpables de las situación que hemos vivido, pero si de afrontar y cambiar